30 ago 2012

Mientras...

Eso mismo pensaba el otro día, moviéndonos de un incendio a otro, mi cuerpo seguía sentado en el camión pero mi mente... no se donde estaba. Mientras que yo estoy aquí... ¿dónde está el resto de la gente? Esos que no tengo ni pajolera idea... los que aprecio, los que conozco más, los que conozco menos... incluso los que odio. Qué verano han elegido? Cómo les habrá ido?...
Seguramente lo habrán pasado bien. Viajes, fiestas, anécdotas que compartir, sorpresas felices e incluso del corazón!, fotos que resumen y recuerdan ciertos días. Yo tengo libros para contar pero son de un género que no interesa y mis fotos... cambié la ceniza por el moreno playa.
Creo que todos sentimos lo mismo y los nuevos lo descubrirán al volver a su casa, a su vida de siempre que difiere a raudales de lo que han vivido en verano. Quizás encuentren palabras para describir ciertas cosas, pero ojalá encuentren también oídos. 
Me invade un sentimiento extraño, algo parecido a volver a donde siempre y notar que no es del todo tu lugar. Realmente vivimos en otro mundo o bueno, mismo mundo que el resto de tus círculos pero en otra dimensión. Te aislas de todo, incluso de los problemas cotidianos.

Me ha impactado demasiado oir entre emociones las palabras "es que no quiero volver" de un hermano. Joder, me parece que nos ha abierto los ojos a todos.
A algunos nos da diferente tipo de temor afrontar de nuevo el mundo real con todas sus movidas y sin embargo... hace unos días nos metíamos en el infierno y corríamos replegando para evitar las llamas. Quizá es porque estamos todos juntos, ese apoyo que te hace tumbar estatuas gigantes de piedra.

Volví a la realidad y me di cuenta que me estaba clavando las uñas en la palma de la mano. Alcé la vista, allí estaba con mis once compañeros. Estaban demacrados. Sucios, heridos y cansados. A mi izquieda estaba Diana, distraída intentando arreglar un enganche de la cantimplora con ceniza por toda la cara y al otro lado Gorka vendándose de nuevo la muñeca con una gasa que desde hace días ya no era blanca. En esa misma fila, apenas visibles para mí se oían las voces cansadas de David y Nevi en conversación. En frente estaba Tamer en un extremo, con la venda tintada de sangre que llevaba en el cuello hace días ahora cubriéndole la mano y la mirada perdida por la ventana, pensativo. Luk estaba a su lado, como buen pupilo, tiznado hasta las cejas con los ojos cerrados. A su lado Rioja, flexionaba una y otra vez una mano dolorida. Kali también debía tener la mente navegando otro lado, había intentado limpiarse la ceniza de la cara con un trapo pero desistió. Sancho intentaba dormitar contra el portón trasero, aún tenía sangre en la mejilla de aquella rama. Delante iban Ruce y Jordi, que les tocaba. El primero bastante cojo de un pie y el segundo con un ataque de tos... más cómodos pero igual de callados, al lado del conductor de hoy, Jaime. Imposible no imaginar también a Jose allí.

Di un repaso a todo el camión, a donde estaba, con quién estaba. Mientras los miraba comprendí que ellos son mi verano, que les debo mucho y que increíblemente me jugaría la vida por cualquiera sin pensarmelo dos veces. A algunos les conozco de años, otros... de semanas pero ellos, todos, siempre sabrán de que hablo, me comprenderán cuando no hay palabras que expresen lo que quiero decir.
Una épica banda sonora resonaba cada vez más fuerte e insipiradora en mi cabeza.
Allí íbamos, a otro fuego más, cada cual pensaría en lo que más fuerzas le podía dar para afrontar lo que tocaba. Todos morderían al dolor y mandarían a paseo al cansancio todo el tiempo posible.
Miraba, observaba y en cada segundo... me emocionaba más. Una lagrimilla apareció. Gorka, al lado, seguía con su venda pero se dio cuenta. Suspiré, negué con la cabeza y recibí un par de collejas afectuosas.


Se merecen todo bien que les pase e incluso más, no todas las mierdas que arrastran.
Aquí puteados por cien cosas y tirando del carro. Me quito el sombrero compañeros, amigos, hermanos.


Mañana nos toca el día scout, no estaba del todo claro hasta hoy que nos confirmaron al llegar a base de un pequeño fuego. Día con niños, día prácticamente de fiesta, qué falta nos hace!
 

2 Habladurías:

Jose dijo...

Nara... despiertas mucho sentimiento con palabras. Me hago a la idea prefectamente de todo

Esto no se paga con aplausos o reconocimientos, de hecho la gente ni lo conoce o valora como se debería, al menos... de una manera normal como el resto de cosas.

Ánimo lo que os quede chicos/as.

Mery dijo...

Te vamos a preparar una bienvenida de reinas!