24 jul 2014

Con otras alas

Podría hablar de las semanas que llevamos aquí, del día de las pruebas, de las movidas en las mismas... del susto al cuasipensar que nos iban a distribuir removiendo todas las brigadas... de lo mal que está el monte y todo lo que se intenta ocultar, del silencio con que tapan los incendios o de que el tiempo, el meteorológico, está salvando la situación a este polvorín de mierda política... De muchas cosas, todas merecen entradas y letras, opiniones y debates. Todas dan para largo.

Pero hoy, día 24, es el que se ha elegido en nuestra base para honrar a los caídos, a los que se han dejado la vida en el monte. Un día antes de la fiesta gallega por excelencia, el día de Santiago. Antes, siempre era a mediados de agosto, a mediados del infierno. Este año con los cambios ya no queda nadie por unirse a la plantilla en agosto, más bien todo lo que queda por recorrer serán bajas, de hecho ya hay cuatro. Asi que coincide que es un día idóneo, cuando más gente estamos. Además este año también es raro, el que menos suma como mínimo una campaña de experiencia y eso... eso da para saber de que se habla y lo que se siente.
Y digo que coincide porque a esta misma hora un tren se estrellaba cerca de Santiago. Tanto hoy como mañana muchos compañeros lo tienen reservado como vacaciones cada año, de ahí también viene que los integrantes de la XVII lleguen a las migajas de la tarta porque pringan casi siempre en salida a incendio el día 25, ya que están activos y la plantilla muy reducida en un día festivo con mil descuidos en el monte...
Hace un año exacto, tres de nuestros compañeros viajaban en ese tren. Perdimos a uno, otra chica herida leve y el tercero ileso. Recuerdo que apenas dormi, la angustia de saber que mucha gente viajaba en esos trenes a Santiago para disfrutar de la noche allí...
Al día siguiente no hubo ni migajas porque no era día de tartas, de hecho hasta las nubes lloraban.

Coincidiendo con el fatal accidente y con lo comentado antes hoy hay planificado un acto de recuerdo a todos los compañeros que ya no están con nosotros. Brigadistas, pilotos y otra gente del dispositivo. Un día para pensar que cada vez que salimos nos la jugamos y quedaremos en la memoria de muy pocos por salvar a nuestra manera el planeta.

Un día de chapuzón de agua fría que te recuerda más que nunca donde estás, un día para decir a otros los especiales que son o lo que los queremos porque ya sea en un incendio o en un maldito tren podemos quedarnos sin ese momento.

En unos minutos iré a la base suponiendo que será un día muy especial que ni el posible fuego podrá truncar. Aún así, como "nunca sabemos a qué hora volveremos..." la entrada está programada para las 20.41h.

Para todos los que voláis con otras alas, nosotros no os olvidamos.

5 jul 2014

La carta de despedida

Las circunstancias han querido que por primera vez estemos todos juntos desde el primer día. El lunes tenemos una barrera que superar y lo más importante: una lucha que ganar si hace falta.

Pero las palabras de revolución serán para ese día y no antes. El martes mismo muchas brigadas estarán formadas sin esperar incorporaciones. El martes mismo empezará una serie de la que somos protagonistas y que este año, desde antes de empezar, ya pinta muy mal.

Todos lo sabemos y cada vez da más impresión de que somos masocas, o algo así. Algunos rectifican, no vuelven... Se han sabido desenganchar, por la lógica y la razón o por el corazón.

Llega el día de irse, de despedirse de amigos, familia y algunos de gente especial. Los que saben son conscientes de donde vas. Casi acumulan mas congoja y nervios que tú mismo pero le quitas importancia con un par de palabras: "Ya bueno, no pasa nada jeje".

Se te quedan en la lengua cosas que decir porque aunque "no vaya a pasar nada" sabemos que puede pasar. Han ocurrido cosas muy serias y feas todos los años y hemos tenido demasiados sustos que te hacen ver las despedidas de otra forma.

En mi caso miro a mi madre, sabe la mitad de los peligros que corro y aún así se quedará preocupada las 25h del día. Eso sí, tengo que mirar al suelo o los ojos me delatan. Supongo que como a todos; tantas cosas que decir y al final no dices nada, por no preocupar al resto de gente.

Escupirías verdades a cientos, pero al final todo queda en tragar saliva y un: "Bueno, ciao."


Pd: Diana: Y el que calla otorga, pero hay que saber leer ese silencio!
:)