La verdad que sale con luz negra

Ojalá tuviéramos una forma mejor de hacernos escuchar, o más bien, dejar que la gente (interesados, al menos) sepa la verdad de todo este berenjenal que se está convirtiendo en una forma más de manipulación.

La discriminación del colectivo de brigadistas desprestigiando totalmente su labor al ser nulo cualquier reconocimiento ha llegado a un punto crítico tras los sucesos de éste fin de semana pasado.

Alguno dirá que no hacemos más que quejarnos (por experiencia ya lo he oído), bueno, si topas con estas líneas y piensas eso, me importa un comino, vete allí, haz lo que hacemos y luego ya me dirás si llevamos razón o no. Hay también a quién todo esto le importe una mierda y quien diga "anda pero si no habéis tenido casi fuegos". Sí, es que a parte de no salir en los medios hasta que son catastróficos no los dejamos crecer lo suficiente para eso (Thx Gorka).

Estoy muy cansada de la UME, de la manipulación que se está dando para que sean los héroes allá donde vayan. Hace unos años, cuando empecé en todo esto, hasta colaborábamos, cada uno con sus funciones que podían ser distintas pero todas necesarias y lo más importante: reconocidas.

¿Qué ha pasado?. Cada temporada las cosas se han ido torciendo más y más. Ya no sólo la rivalidad y descoordinación si no que la UME se ha convertido en el salvador de los bosques, son los héroes, para todo. Ya es difícil ver algo en el periódico relacionado con los fuegos pero cuando se ve... la primera foto es de la UME y la última también. Se les dedican las mejores líneas del artículo y acaparan cualquier toma televisiva. La señora ministra va a visitarles y felicitarles por su labor. Me gustaría creer que es sólo porque los uniformes rojos son más bonitos. Hasta en el anuncio del desfile nacional sale un abuelo muy bien pagado diciendo: "que rápido apagaron el fuego los de la UME". Hay hasta quien piensa que son ellos los únicos que se encargan de los incendios forestales.

Se está olvidando que los brigadistas (sí, los de amarillo-verde) y todos sus medios son los que están los primeros jugándose la vida y que la UME es una extensión que colabora en situaciones de alerta que requieren más personal y medios por seguridad. Mientras no haya necesidad de ayuda, el dispositivo "Centinela Gallego" hacen otras funciones como vigilar (muy necesario). Pero en incendios, siento frustrar a sus fans, no son los primeros. Se dedican a perimetrar, a rastrillar zonas, a dejar patrullas en poblaciones que puedan ser afectadas por las llamas... ni sus aeronaves despegan siempre, sólo cuando hay imperiosa necesidad. Todo esto es necesario, si no estuvieran ahí tendríamos que hacerlo nosotros o el pueblo, pero luego se les trata como los únicos y majestuosos salvadores.

Afortunadamente la gente que ha visto un incendio de cerca sabe quién es quién y se extraña al ver semejantes reportajes en los medios. ¿Pero que porcentaje de gente respecto a todos los interesados es ese?, un mínimo.

Todo esto trae más consecuencias, una de las más graves que cada vez se lo tienen más creído y su chulería afecta al trabajo. Nadie sabe, por poner un ejemplo entre decenas, que una brigada estuvo a punto de calcinarse por una indicación de medias tintas de una patrulla UME que estaba sentada en el suelo viendo como ardía el monte, ¿a que no?.

Bien, pues ante esta situación en la que la mayor parte de mis compañeros y yo nos sentimos rebajados a la mínima expresión, voy a encender una luz negra para que podáis ver la verdad escrita con tinta invisible. Para ello he elegido un artículo de la voz de Galicia que alaba a los UME's (Original) pero aviso para navegantes!, seguir leyendo sólo si queréis saber la verdad.


La voz de galicia. Dormir en el suelo del pabellón tras turnos de doce horas. 5/10/2011
Llegaron el pasado domingo a Laza. Un grupo táctico formado por 400 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) procedentes de los batallones de intervención en emergencias con sede en León y Marín acudieron este fin de semana a Monterrei para ayudar en las labores de extinción del incendio que acabó el pasado domingo con la vida del piloto Íñigo Zubiaga.
Llegaron el domingo, pero a la tarde (no se porque mencionan el domingo y luego hablan de "fin de semana" como si estuvieran allí desde primera hora del sábado) y solamente la mitad de sus efectivos desplegaron en varias localizaciones en las zonas que ya estaban apagadas para rastrillar y vigilar que surgieran nuevos brotes. Ni si quiera se acercaron a ayudar a sacar el cadáver de Iñigo de allí, tuvieron que hacerlo brigadistas que llevaban cerca de 40 horas de trabajo desde el sábado por la mañana, habiendo tenido también salidas el viernes. Tampoco les ayudaron en la primera línea de extinción cuando era totalmente necesario por el cansancio físico que acumulaban.

Saben el día que llegaron a la zona, pero ayer desconocían cuándo será el regreso. Acudieron a Ourense para intervenir en un incendio en Viana do Bolo -para colaborar junto con Medio Ambiente en la extinción-, pero después tuvieron que desplazarse hasta Monterrei por su gravedad.
Sí, llegaron el domingo y tarde. El dispositivo de seguridad que tenía el ejército para los incendios se empezó a desmontar el 15 de septiembre dejando a la Xunta tirada. Los brigadistas tampoco saben cuando vuelven a casa, que coincidencia. En Viana do Bolo abandonaron a los brigadistas (si, hombres y mujeres de a pie, no "Medio Ambiente") obligándolos a echar aún más horas al tener que dividir sus fuerzas para terminar de controlar el fuego. Apuntan que estaba sofocado, pero amigos, de controlado a sofocado puede haber horas y muchas hectáreas nuevas por quemarse.

En el día de ayer seguían en la zona dos secciones de alrededor de 100 personas y otras 50 en otro incendio nuevo en Viana do Bolo (que ayer continuaba activo).
Claro, es lo que pasa si se abandona a los brigadistas diciendo que estaba sofocado :)

Los ciento cincuenta hombres y mujeres (11 del total) de la UME hacen turnos de 12 horas y se van relevando. El porcentaje de mujeres es menor que en otras unidades de las Fuerzas Armadas debido, fundamentalmente, al requerimiento físico.
¿No eran 400?. Sí, no temáis, es que vinieron 400 y al día siguiente se marcharon 250. El mismo domingo dijeron que se quedaban 15 días por el tema de las altas temperaturas y porque son la leche!. Pues hay 250 que lo de la quincena de días...
El contrato de los brigadistas terminaba el 30 de septiembre. Éste fin de semana de 173 fuegos en toda Galicia no fue tan catastrófico como debiera porque muchos brigadistas accedieron a trabajar días extraordinarios fuera de contrato (un anexo en situaciones de alerta), retribuidos claro, aunque habría gran número que lo haría voluntariamente. Sin entrar en políticas de la gran casualidad de oleadas de incendios justo cuando terminaban los contratos y en teoría habría mucha menos gente, ¿no os parece muy lógico y necesario que la UME se quede prácticamente obligada porque no hay gente?. A mí si, me parece lógico y no un acto de hombría y dedicación.
En lo de las mujeres no entro, ¿las chicas no aguantan el requerimiento físico en la UME?. Vaya, en mi brigada doble, de doce que somos, somos 3 mujeres. Pero vamos, esto ya es puya feminista personal.

Los militares hacen vida en la sede ourensana de Laza cuando no se encuentran trabajando sobre los montes incendiados.
Muy bien, trabajando en montes ya incendiados mientras el resto se queman. Recordemos las labores mencionadas antes. La ministra se acerca a verles un día después y los felicita pero no se pasa por la base norte donde los compañeros de Iñigo están destrozados. Ni si quiera se pasa por la base de la BRIF en Laza.

El pabellón está habilitado para que los soldados duerman y descansen. Como los turnos son de 12 horas, llevan consigo en sus salidas raciones de provisión de alimentos que pueden servir para tres días, aunque siempre se intenta que una de las comidas de los militares sea caliente -bien al mediodía o la cena-, fabricada en la cocina que se encuentra en la base. La comida es variada: sopa, lentejas o pasta. Y de segundo: carne o pescado, aunque aseguran que es más habitual lo primero. Las bolsas de provisión del Ejército, que son modulares con cuatro menús diferentes, se utilizan en los casos en los que no se puede acercar la comida a los soldados hasta el lugar del incendio, por diferentes causas.
Aquí encontramos unas ligeras diferencias. Para un brigadista el turno es de doce horas si tiene la suerte de contar con un relevo, la UME abandona el lugar sin más. En incendios grandes, peligrosos etc. el turno de un brigadista puede superar y con muchas creces esas 12 horas. Y no olvidemos las labores, no es lo mismo rastrillar y vigilar que combatir el fuego en primera línea.
Llevan comida, con nutrientes de todo tipo e incluso intentan que una sea caliente. Nosotros no llevamos nada encima, esperamos una tregua, un relevo, lo que sea, para echarnos a la boca un bocata frío de atún y un aquarius que han llegado en un jeep o nos han traído los chicos de protección civil. Otras veces hay comida en tapers que han elaborado en la base haciendo también horas, los cuales tenemos que compartir y a veces comer con las manos sucias o con los mismos tenedores. Incluso muchas veces, los vecinos nos han preparado cosas para reponer fuerzas y con toda su buena intención se han acercado con platos de embutido y bebidas a donde estábamos descansando.

El descanso
Además de dormir, los soldados deben ocupar parte de las doce horas libres en descansar no solo físicamente sino mentalmente. Por eso muchos de ellos se acercan a la zona del pueblo de Laza y se relacionan con sus vecinos. Es importante este contacto cuando la presencia en un incendio, como en el caso del Monterrei, se prolonga más de tres días. La parte mental es en ocasiones de estrés, como ocurre en los incendios forestales. En la base hay tres ambulancias de soporte vital avanzado, un médico y tres enfermeros que pueden en un momento dado evacuar a un herido grave para ser atendido en la propia unidad móvil.
Los brigadistas a veces duermen un par de horas en los camiones y los que no caben en el suelo a la intemperie apretujados para recuperar fuerzas y afrontar otro turno de tiempo indefinido. Cuando vuelven a casa no pueden gastar tiempo en hacer mucho ocio ya que tienen que estar descansados para un relevo de urgencia o para lo que depare el día siguiente, suponiendo claro... que tengan 12 horas libres y no sigan trabajando mientras la UME repliega. Necesitan descanso mental, no me digas!. Lo que no entiendo es como pueden tener estrés con lo que hacen.

La exigencia de los miembros de la unidad es mucha: disponibilidad, entrega y sacrificio.
El artículo termina así. Si habéis leído todo supongo que os hará gracia ésta última frase... que no merece ni comentarla.

Hay gente entre ellos que estaría en primera fila con nosotros, que hasta nos admiran por lo que hacemos. Nos ven pasar demacrados a luchar una vez más mientras ellos están en segunda línea o tercera descansados y con la tripa llena. Alguno se atreve a aplaudir, a darnos ánimos. Otros con la mirada te lo dicen todo e incluso los habrá que se sientan mal al ver que se llevan todas las medallas. Y el resto... bueno, el resto, tapujos fuera, son una panda de imbéciles.