Del sois los únicos que podéis pararlo a sobráis.

Vaya... se podría decir que ha llovido mucho desde el último escrito, pero en realidad no ha llovido nada, más bien sólo ha pasado tiempo.
Un tiempo que a ojos de cualquiera son dos meses y medio, pero a los nuestros bien podrían pasar por cinco o seis. Los días han sido eternos y durísimos. Hemos repasado nuevamente, por desgracia, la lección de cuanto pueden dar 24h de trabajo contínuo.

Dos semanas de infierno, Pontevedra y Ourense, y entre medias, antes y después días y días de salidas contra las llamas. Intentas afrontarlo lo mejor que puedes pero todo tiene un límite, y le hemos cruzado demasiadas veces este verano.
El año pasado fue muy duro, tanto que ni de coña esperábamos algo así ahora... pero al final la lógica vence y el abandono del medio rural junto a la falta de medios y políticas con promesas vacías revientan todo cálculo.

Ha sido un desastre, pero los que estamos aquí sabemos que puede ser mucho, muchísimo peor. Muchos días podía haber pasado algo "grande" y lo que ha sido grande pudo ser más aún si no fuera por el curro que se han pegado los medios de extinción.

Y por eso al final no escribo. Me hubiese encantado coger el blog y contar alguna de esas semanas, o algún día entre medias... pero al final es recordar la situación, cargar contra ella, intentar escribir para que se conozca... y bueno siendo sinceros los que llegáis a leer estas cosas ya lo sabéis de sobra. Al final escribo y me amargo por como nos tratan.

La gente está muy cansada, física... y lo peor, psicológicamente. La política recortadora, mentirosa y manipuladora de la Xunta se va a cargar a los mejores, a la gente que tiene una experiencia que asusta y no van a volver a jugarse la vida en esta situación.

La semana pasada hicimos lo imposible en los incendios de Ourense durante cuatro largos días, agotando hasta el último resquicio de fuerza, bajo el sol y bajo la luna. Acabamos hechos mierda, literal. Lo único que hemos ganado se quedó entre nosotros. Públicamente... reportajes vacíos, datos inconexos, méritos para otros... Ya cansa, y mucho.

Imaginar que tras más de 40 horas de reventada luchando contra las llamas llegas a la base y en la pantalla están las noticias, noticias que sacan 4 imágenes de llamas (casi todas grabaciones cogidas de las redes sociales sin permiso) y sólo hablan de la UME y sólo se les ve a ellos. Un día con fuerzas todavía comentas el panorama, un día como ese sólo te apetece ir a la sala y tirar las cosas.

El caso es que hablo del lunes, martes, miércoles y jueves de tan sólo hace una semana. La XVII estaba sumida en el caos de los incendios con todas sus historietas y aventuras que bien podrían ser de película. Faltaba gente por todos los lados, todas las brigadas y personal de extinción tenía que duplicar, triplicar... y en fin, hacer uso de ese anexo de: "En caso de extraordinaria necesidad....". Ni siendo el DOBLE de gente hubiésemos tenído controlada la situación.
Menos mal que hay unos ovarios y huevos fusionados en valentía que tampoco son normales y se hizo un trabajo excecpional y verdaderamente "inhumano".

Y esta semana; martes, miércoles y hoy jueves... una borrasca nos visita con ganas. No hay incendios, el personal está tranquilo... y hostia, aquí viene el problema, cómo pagar y mantener a esta plantilla y estos medios que apagan incendios si no hay incendios. Bueno... se puede hacer prevención, limpiar cortafuegos, hacer reforestaciones enormes (que lo hacemos todo eso y más), pero son cosas que a la política, se la suda.

Y por eso una semana somos la única arma y a la siguiente sobramos. El extraño caso de los medios de extinción de incendios.