12 ago 2011

Llamas que no alumbran

¿Como afrontar el día más catastrófico del verano entre llamas?

Son las 22.31h zulú. Si lo sabes, cuéntame.

Hay momentos en que no comprendes como la vida puede hacer tantas carambolas para pegarte palos en ambos costados. Yo estoy bien, dentro de lo que cabe... agotada, herida en ambos campos (física e intelectualmente) y lo peor, dolida por los demás. Pero bueno, sería injusto quejarse.
El peor incendio de la campaña hasta la fecha (bueno, doce en un mismo sitio para ser más precisos entre Bobadela y Vilar de Tres), tras tres días de turnos eternos que nos han obligado a exprimirnos desde primeras horas hasta madrugadas, ha tenido lugar hoy a la par que otros infiernos en Vilariño y Sarreaus (Además del de Chantada que obligó a movilizar efectivos de Ourense porque los de Lugo estaban bastante ocupados en Palas y Guntin). En estos días ha ardido más superficie que en el nuboso mes de julio.
Por “suerte”, sólo nos ha tocado estar hasta algo más de las 6.00 de la tarde, momento en que llegaban relevos... porque hoy, si había. En las noticias acaban de decir que ha bajado a nivel 1. Un día curioso de llamas que hace 1 año exacto se llevaba la vida de dos brigadistas en Fornelos

Por complicación no ha ganado puntos, ni si quiera por extensión, pero por miedo y problemas ha sacado sobresaliente. Las cosas han salido mal y ver que una de tus hermanas de batalla es trasladada al hospital junto a otros remata el día y la semana.
En fin, uso esto para muchas cosas, una de ellas para despotricar y quedarme a gusto y la verdad hoy necesito cagarme públicamente en el puto karma o lo que narices mueva la fortuna en este planeta. No puedo tener este peso y ver como a mi gente les dan más cargas aún. Me cabreo por ellos, lo siento Dios.

Y es que la XVII no necesita una inyección de fuerza, necesita doce. Veinte días de infierno el año pasado no son comparables con lo que se ha pasado en cuatro días.
Gente que tiene que viajar y abandonar muy a su pesar a sus compañeros por cosas inexplicables que suceden lejos y no dejan otra opción. Gente que fuerza lesiones y justo ahora se revienta aflorando la impotencia. Gente que pierde a gente. Gente que no puede con su vida y tiene que parar, obligados casi. Gente que pasará esta noche en un hospital. Gente que tira de toda esta gente con una fuerza admirable, con mil cargas y preocupaciones y también las cosas se le tuercen.
¿Porqué?
Dan ganas de mandarlo todo a tomar por culo. Tienes la sensación de estar haciendo un bien con sacrificio, con la absurda mentalidad de que quizás haya un equilibro que te compense. Pero no, lo que tienes es un brik de lágrimas entre todos.

Pero ésta entrada no puede terminar así, y a todos ellos les digo hoy, que todo es pasajero, que incluso éstas sombras se acaban para dar paso a un nuevo día. Podéis rendiros si queréis, pero hacerlo cuando ya no tengáis ningún motivo por el que luchar.
Mañana muchos estaréis de nuevo con vuestras mochilas invisibles más o menos cargadas. Sacareis fuerza... y tirareis.

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